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¿Quieres ser una marca relevante? Evita las palabras vacías

A todas nos ha pasado, eso es así. Te pones a escribir sin un objetivo muy claro y rellenas líneas y líneas que están llenas de contenido vacío: una ficha de producto que aporta más bien poquito, un post de Instagram de lo más manido, una entrada de blog que podrías leer en cualquier otro...

Es como cuando en verano los periódicos tienen el mismo número de páginas y de palabras cuando en realidad no ha pasado N-A-D-A. [Aprovechamos este espacio para saludar y solidarizarnos con todos los becarios que este verano han escrito 4 párrafos estirando dos líneas de contenido. Como periodistas, también nos ha pasado] Pero, igual que no ponemos una foto pixelada o de mala calidad, vamos a cuidar también las palabras que utilizamos para nuestra marca. Aldous Huxley escribió en ‘Un mundo feliz’: “Las palabras, como los rayos X, atraviesan cualquier cosa, si uno las emplea bien”.  Dicho esto, ¿por qué no intentar llegar al corazón con las nuestras?

Todo es cuestión de lenguaje

Las palabras que elijas te van a ayudar a vender. Los humanos somos seres sociales que utilizamos el lenguaje para comunicarnos. Por una palabra mal dicha se ha desatado una guerra o se ha producido un divorcio, así que cómo no va a repercutir en tus ventas. La redacción persuasiva tiene un papel esencial para hablarle a la mente de las personas.

No vamos a ser brillantes el 100% del tiempo y se nos van a colar palabras vacías y frases hechas, pero si le ponemos un poco más de conciencia, cada vez lograremos un contenido más relevante. ¡Esperamos que este post sirva de ayuda cuando estemos a punto de cometer el error!

Aquí va nuestra mini guía para ser relevantes y tener un contenido de calidad:

1.Superlativos: el mejor que has probado, facilísimo, líderes del mercado, el más rápido, los mejores ingredientes… y un laaaaaaargo y perezoso etcétera que hace que no te creas nada de esa empresa. Si no nos suelen gustar las personas que exageran siempre sus historias, por qué crees que van a gustar las empresas que ‘engordan’ sus ventajas competitivas.

No te obsesiones con comunicar que eres el líder o el mejor en tu sector, eso no le dice nada a tu usuario. Especifica tus ventajas y hazlas tangibles, esa es la forma de ganarte la credibilidad de los potenciales consumidores:

  • Los más rápidos —> en un máximo de 48 horas

  • Los mejores ingredientes —> de la huerta de nuestro pueblo a 2 kilómetros de nuestro obrador

2. Adjetivos: los adjetivos en masa es mejor dejarlos para la poesía y la literatura. En tu web y en tus copies, con mesura. El exceso de adjetivos ralentiza la lectura y crispa. De qué le sirve a tu cliente saber que tu producto es magnífico, impresionante, rápido o bueno. De nada, ya te lo decimos nosotras. De nuevo volvemos a los mismo, concreta. El lenguaje digital tiene que causar una emoción de forma instantánea o el lector se pierde. No es que debas evitar a toda costa los adjetivos, pero sí elegirlos de manera más precisa.

3. Adverbios: no aportan apenas, son palabras que potencian el significado de verbos y adjetivos: mucho, poco, bastante y los más odiados por nosotros los acabados en -mente: rápidamente, eficazmente, suavemente. Su uso indiscriminado le da mucho peso al texto, rellena huecos y no aporta valor. ¿Cómo saber que el adverbio es prescindible? Elimínalo de la frase y seguirá teniendo sentido.

4. Frases manidas y obviedades: ¿qué te aporta más? ‘Excelente servicio al cliente’ o ‘Si tienes alguna duda te responderemos en un minuto’. El significado es el mismo, pero ojito cómo suenan de diferentes. ¿Tienes el mejor equipo profesional? Entonces no lo digas así, comunica la eficacia de tu equipo, da ejemplos de cómo van a solucionar los problemas de tus clientes o publica una foto de los trabajos realizados. Huye de las frases repetidas mil veces en los anuncios, es difícil porque casi nos salen solas de las veces que las hemos escuchado, pero por eso mismo, no aportan nada.

5. La autenticidad: para terminar el último consejo sería este, sé autentico o lo que viene a ser lo mismo, evita ser mediocre. Esto ya es un poquito más profundo, porque no solo importan las palabras, también es relevante el tono de tu discurso. Tu marca tiene una personalidad, así que aplícala cuando estés escribiendo sobre tus productos o servicios. No tiene sentido que una marca de juguetes tenga un discurso distante, que una empresa de monopatines se dirija a sus clientes de usted o que un despacho de abogados utilice lenguaje irreverente. Los consumidores buscamos credibilidad.